Mi libro viajero

Hay momentos en la vida en los que la necesidad se junta con la casualidad… y cuando estás rodeada de gente válida y «aportadora», se produce una unión de lo mas fructífera.

Me explico…

Ocurre, que hace un par de semanas, andábamos unas amigas y yo, a la búsqueda del regalo perfecto.

Y tras mirar muchas tiendas, y hacer un estudio de las propuestas, conseguimos lo mejor,    (o eso creemos), teniendo en cuenta nuestro presupuesto…Un libro interesante, y un reloj alucinante. Pero, pero, pero… no solo de cosas bonitas y valiosas vive el ser humano.

Y como la destinataria de estos regalos es una persona que aprecia los detalles imaginativos, pensamos en como poder presentar estos regalos de la manera más atrayente posible.

Estaba yo, de madrugada esperando a las musas… cuando visitando mis blogs de cabecera, me encontré con este post en «el Blog de Anita»que me iluminó…. ¡¡era justo lo que necesitaba!!.

Básicamente, se trata de un libro que va pasando de mano en mano, entre un grupo de amigos, y cada uno de ellos, hace aportaciones al mismo, comentando cosas o añadiendo apreciaciones.

Me encantó la idea de «libro viajero de Anita», y decidí interpretarla a mi manera y utilizarla para presentar uno de nuestros regalos.

No tenía mucho tiempo, o sea, que tuve que recurrir a los objetos que tenía por casa.

El elegido fue este maletín de diapositivas, que cuando mi primo digitalizó las suyas, me lo dio, mientras decía esa frase tan oída…»toma, seguro que tú haces algo con esto»…

Negro por dentro , y negro por fuera , para quién no conozca este tipo de maletines, el material es una especie de plástico duro.

Como el trabajo era de los llamados «expres», pinté con selladora todoterreno, solo la parte central de su cara superior.

Y empecé a dar brochazos, sin saber muy bien lo que quería conseguir. Al fin y al cabo, no debía combinar con nada, pero debería ser un buen fondo para mis posteriores decoraciones.

Empecé por el turquesa, porque me vino a la mano….

También había azul, y negro y blanco… ¡y como no!, añejador…

Y le dí de todo…. como llevada por un ataque de borrachera de colores…difuminando con el rodillo, y con un trapo, según me diera el punto…

Y quedó un especie de cosa sucia, añeja, descolorida…. que no se si me encantaba, pero iba de perlas con los recortes varios que había seleccionado.

¡Tengo servilletas nuevas siiiiiii!¡eureka!….me las compré en un mercado, en el viaje a Polonia, y la vendedora polaca (experta en marketing) en vez de darme cambios del billete con el que le pagué, me metió un par de paquetes mas de servilletas en mi bolso….ja, ja, ja…

En estos momentos del trabajo, como estoy pringada de cola y de recortes… se me olvida sacar las fotos del proceso.

O sea, que solo veis el resultado.

Utilicé servilletas del árbol de la vida y motivos marinos. Así como los socorridos corazones .Las letras, fueron a mano alzada y express, el tiempo apremiaba…

Y cuando ya tenía puesto el pijama, cogi mi imprenta, y sellé unas cuantas letras con el mensaje «la vie est belle»…

Envejecí un poco el conjunto…

Y a la mañana siguiente, lo barnicé.

Una capa de barniz

Me duché.

Otra capa de barniz… y corriendo como una loca, me fui para ·Tiger» (¿podré pasar una semana sin visitar esta tienda?)

Compré un poquito de todo… post it, libreta, señaladores, rotuladores… todo precioso y colorido, como debe ser….

Parecía que lo había medido…, porque todo encajó a la perfección.

Y acompañé el maletin de una carta en la que indicaba la manera de jugar a «el libro viajero»… que empezaba así…

 

                         ….Este año hemos sido originales, y te hemos regalado un libro.

                        ¡¡Un libro, si!!.Ya sabemos que tienes cientos… pero éste no es un libro                                                        cualquiera, bueno si,es un libro normal pero que se va a convertir en algo                                                    absolutamente original y único.

                       Se trata de un libro viajero………

Os aseguro que el regalo fue todo un éxito. Sobre todo teniendo en cuenta el gusto por leer y escribir que tiene la destinataria del maletín. Seguro que saca mucho partido de esta idea.

Quizás el libro elegido no es el más adecuado para este juego, pero es que en este caso, las cosas fueron al revés, primero compramos el libro y luego pensamos en el juego.

Espero que os sirva como idea de regalo especial, y por ello comparto este post en los findes frugales de Marcela Cavaglieri, la panda que se mueve por ahí, seguro que va a sacar mucho partido de este maletín.

 

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