«CONCURSO DE PINTXOS, creatividad elevada a la máxima potencia»

Atención pregunta, ¿Que hacen 20 vascos un domingo de octubre reunidos en un local?……..la respuesta es muy fácil: comer y cantar.

Cualquiera que conozca la tierra vasca, sabrá la gran afición que tenemos a estos dos artes.Si, habéis leído bien, aquí la comida es un arte. A la gente nos gusta cocinar y nos gusta comer, y tras una buena comida es fácil que los cánticos lleguen a la hora del café.

Esto es lo que ocurrió el domingo pasado. Las dos componentes de «otra vuelta de tuerka», tenemos en común además del gusto por el reciclaje  y la decoración, el gusto por la música. Y plasmamos esta aficción, cantando en un coro especializado en zarzuelas.

Si Señor, la zarzuela, ese género olvidado para algunos y poco valorado por otros…nosotros con nuestro esfuerzo de amateurs, montamos espectáculos por escenarios varios, logrando grandes éxitos y sobre todo grandes satisfacciones personales todo hay que decirlo.

Pero el tema que nos ocupa no es la lírica, esto es una mera introducción para poder explicar en que consistió nuestra reunión del domingo.

Todo empezó, hace años,  en una merienda de navidad, en la que cada uno había aportado sus viandas, empezamos a discutir sobre cual era la mejor tortilla de patatas, y a comentar que si la ensaladilla de fulanita era mejor que la de menganito, y de ahí surgió la idea de hacer un «concurso de pintxos».

Los pintxos, son una especie de «cocina en miniatura» que podemos encontrar en cualquier bar de nuestra tierra. Se trata de una pequeña ración, para acompañar al vino o cerveza correspondiente. ¿o quizás el vino es para acompañar al pintxo?…el orden de los factores no altera el producto. Dependiendo la categoría del bar, el pintxo puede adquirir una calidad grandísima.

En nuestro concurso, como además de comer, queremos reírnos mucho, ponemos un  requisito imprescindible, que el nombre del pintxo este relacionado con la zarzuela.

Y por esta razón, surgen cosas como las que a continuación presento…

 

Aquí,  una vista general de la mesa, con la mayoría de los pintxos expuestos.Este es el momento en el que la gente empieza a salivar y las tripas empiezas a crujir, comprensible…

Espero que no tengáis demasiada hambre, porque estas antxoas están diciendo ¡¡cómeme!!, las copas que aparecen al fondo son las salsas que las acompañaban, una de marisco y la otra de aceituna negra. Por cierto, fue el pintxo ganador en sabor.

Aqui, un pintxo original con un matiz exótico, a base de cuscús, y un extenso nombre que sugería un fragmento de la zarzuela «El caserío»….»con el trébole, trébole, trébole…»

Aqui, un mar de antxoas, con una barquita de aguacate que portaba a los naúfragos Leandro y Marola de la zarzuela «la Tabernera del puerto»

¿Y que me decís de este ramo de rosas hecho a base de jamón ibérico? el tallo era una flautita y estaba atado a ella con cebollino…. la zarzuela que representaba era «la del manojo de rosas» ¡claro está!

Hasta unas clásicas croquetas iban acompañadas de golondrinas y flores y con sus salsas respectivas…»pájaros volando a ras de suelo»

No faltó la famosa pieza «mazurca de las sombrillas» de Luisa Fernanda, en este caso se convirtió en «Mazorka» de las sombrillas… y consistía en  bolitas de morcilla con crujiente de maíz.

 

Sin duda este fue el pintxo que mas sonrisas originó…. debido a su título y decoración, se llamaba «la alegría de la puerta»… un juego de palabras que lo relacionaba con la última obra que hemos representado «la alegría de la huerta».

Inspirado en la misma zarzuela, tuvimos»…de la huerta de Murcia te traigo una flor, y un poco de jamón», éste era el título que portaba un pintxo de jamón con gelatina de salmorejo, armonía de sabores.

¿y estos pollitos cantores?… se tratan de «Pollo Joxepe», o Peio Joxepe, la popular y archiconocida canción de la obra «El caserío», acompañaban a unas cestitas de pollo con anacardos.

Y así hasta contabilizar veinte pintxos, ya que el número de comensales fuimos veinte y cada uno aportaba veinte unidades, una auténtica lujuria para los sentidos.

Hubo premios para todo el mundo, y diplomas y medallas para los ganadores… y a los postres, 3 guitarras y 20 voces de variadas cuerdas, cantando a pleno pulmón. Una magnífica manera de dar la bienvenida al otoño.

Al ver el derroche de fantasía , creatividad y buen humor, no dude en incluir las fotos en un post, no podía dejar de compartirlo y de paso dar gran envidia, lo siento….como quiero que atraviese fronteras y el océano,  lo comparto en el blog de Marcela Cavaglieri.

 

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